El magnífico Palacio de Congresos y Exposiciones de Granada ha acogido durante los días 4, 5 y 6 de junio el I Congreso Internacional de Orientación de Andalucía.
Venidos de toda España, varios centenares de orientadores y orientadoras hemos tenido la oportunidad de dedicar estos tres días a la reflexión sobre nuestro trabajo y al intercambio de experiencias, además de poder disfrutar de la cada vez más bonita ciudad de Granada.
A lo largo de las jornadas varios ponentes han expuesto sus opiniones sobre el sistema de orientación español y centroeuropeo, sus teorías sobre la labor orientadora y la organización de la Orientación en sus respectivas comunidades o países.
Desde sus atriles, altos cargos de las administraciones educativas autónomas nos han mostrado el magnífico trabajo y el gran esfuerzo que todas ellas hacen por situar a la Orientación como un factor clave en éxito escolar.
Sorprenden estas exposiciones tanto como la ingente cantidad de tareas que en España y en Andalucía, a la cola del rendimiento escolar europeo, asigna la Administración al Departamento de Orientación y a los propios centros educativos. Parecen olvidar que gran parte de las dificultades escolares que encontramos en nuestra tarea cotidiana y para las cuales se nos exige solución, tienen sus raíces en los problemas familiares y sociales que las propias administraciones son incapaces de abordar y resolver.
Se abordó asimismo la necesidad de incrementar la orientación vocacional temprana en los centros, pues la estadística universitaria indica que una parte importante de los jóvenes que realizan 1º de carrera abandonan en el segundo curso o bien cambian de titulación.
Este Congreso nos ha dado la oportunidad de repensar nuestro trabajo, reflexión que en la rutina cotidana a veces dejamos a un lado, y la posibilidad de intercambiar experiencias con nuestros compañeros y compañeras de otros centros.
Esperemos que en el II Congreso de Orientación volvamos a vernos en Granada y disfrutemos de esta excelente organización en cuanto a recursos materiales y humanos, pero también, tal como demándó un compañero, esperemos que la organización sea"de abajo a arriba", contando con las asociaciones de orientadores y con los propios profesionales, para que salgan a la luz las experiencias más interesantes que se están llevando a cabo y los "piedras en el camino" de la labor orientadora.
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